Parte 1
Nunca antes en la historia de Ciudad
Guayana se vio la necesidad de trabajar por el bienestar de nuestros vecinos.
Sea que por razones políticas actuemos en un Consejo Comunal, o que por razones
cristianas, recojamos ropa y alimentos,
y que a través de alguna iglesia, llevemos a los más pobres y
necesitados. Ello, según mucha gente, porque el “socialismo” está influyendo en
las conciencias de cristianos y no cristianos para motivarse al humanitarismo.
No obstante, el poder político se quedó
obstruido en la confrontación electorera, y las iglesias insisten en que “no
solo de pan vivirá el hombre” como que si participar en política fuese una vil
tentación de Satanás.
Pero la realidad no es lo electorero, o
espiritualista, sino la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios. No
es posible que una nevera haya llegado a costar lo mismo que un apartamento.
Que una bolsa de leche a costar Bs 180 en manos de buhoneros en Altavista,
Puerto Ordaz (a la fecha: 21/12/2013).
¿La iglesia de Cristo debe quedarse sumisa
y expectante? ¿Sin actuar con planes
sobrenaturales para resolver el desempleo, la pobreza y el hambre?
El plan de “AYUDA MUTUA” se revela la
Biblia (2 Tes. 3: 6-15; Hechos 20: 33-35; Hebreos 13: 15, 16) ante el fracaso del “bien común” experimentado
por San Pedro y los apóstoles (Hechos 2: 43-47; 4: 32-35; 5: 1-11) como la
solución a los problemas que sufre el “mundo” político.
Ni “bien común”, ni socialismo debe
apoyar el pueblo de Dios. Mas, definamos exactamente la responsabilidad de
ricos y pobres para resolver el desempleo, la pobreza y el hambre:
“Es propósito de Dios que ricos y pobres
vivan unidos por lazos de simpatía y de ayuda mutua. Los que disponen de
recursos, de talentos, y capacidades deben emplearlos en provecho de sus
semejantes” (Ellen White. 1825-1915. El Ministerio de Curación, pág. 145).
Es el plan de Dios que si usted posee
bienes materiales apoye la causa de Cristo y la causa del evangelio, y no
abandone esta lectura como el joven rico que no supo cómo recibir “cien veces
más” (Marcos 10: 17-31). El plan es organizar la red social financiera donde
1.000.000 de amigos dan y reciben dinero en sus cuentas bancarias. Cada uno de
nosotros deberá regalar Bs 10 (1.000.000 X 10: 10.000.000 EN LA CUENTA).
Este mensaje debe llegar a todos.
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