Siendo que la apologética “contribuye a que el cristiano de hoy día pueda comprender mejor,
defender y proclamar sus creencias en este tiempo de creciente relativismo
moral y espiritual” se acepta que una guerra existe, y ésta puede degenerar en
una confrontación convencional (primera generación) o en una guerra asimétrica,
donde la fuerza superior ataca, no con armas convencionales, sino con guerra
psicológica y utiliza los medios de comunicación social, como sucede en
Venezuela para invadirla y tomar posesión de nuevo de sus riquezas petroleras y
el agua amazónica, puesto que perdió su control al ascender al poder la
revolución comandada por el ex teniente coronel Hugo Chávez Frías el año 1998.
Que un país como E.U.A de
religión mayormente protestante esté declaradamente atacando e invadiendo
países para tomar sus riquezas encaja perfectamente en lo que se denomina
“cruzadas modernas”, y es cuestión de religiones enfrentadas y no podemos permanecer
en silencio porque pecaríamos por omisión.
Resulta en un total atraso
histórico no aceptar las libertades existentes para no sólo utilizar los
púlpitos, la radio, la prensa escrita, la TV sino el derecho a elegir y ser
elegido como representante a cargos públicos.
Pero, resulta en un
desperdicio el conocimiento que sobre salud tiene el pueblo de Dios cuando
desde 1948 la Organización Mundial de la Salud declaro que “la salud es el
completo bienestar de lo físico, lo mental y lo social no solamente la ausencia
de enfermedad o dolor”; y reconoció, además, la necesidad del cuidado del medio
ambiente. Y que como se declaró el día 22 de abril de cada año Día Internacional* de
la Madre Tierra, es de reconocer el avance científico que la iglesia no difunde
y no defiende ante el desastre ecológico que representa la destrucción de la
capa de ozono, cuyo responsabilidad reposa sobre E.U.A. país “evangélico”.
¿Resulta en una
distracción diabólica dedicarse a cuestiones de salud pública y a interactuar
en la defensa de los derechos humanos? ¿Sólo conviene a la iglesia estar en
capacidad de defender la libertad religiosa? ¿Aumentar la feligresía no brinda
ventajas políticas?
La Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela puede contradecir tales pretensiones y dudas
sobre participación política cuando ella exige que toda persona participe. Y no existen maneras de justificar un alejamiento de las libertades
concedidas porque incurriría en un delito institucional bien aprovechado por
nuestros enemigos.
El 132 Constitucional
declara con evidencia Providencial el progreso de Venezuela en materia de
libertades como no disfrutan nuestros hermanos en E.U.A. y debe ser aprovechada
para salir de allá e invertir sustanciosos recursos que nos hacen falta para
organizar la red social financiera y lanzar la causa de Cristo y la causa del
evangelio, que no es otra cosa que el brazo derecho o reforma pro salud que
abre toda puerta:
“Toda persona tiene el
deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en
la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los
derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz
social”.
¿Usted está dispuesto a invertir y convertirse
en parte del Equipo Promotores de la Abundancia (EPA)?
Conozca las ventajas.
“El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el
que me recibe a mí, recibe al que me envió”
“El que recibe a un profeta por cuanto es
profeta, recompensa de profeta recibe; y el que recibe a un justo por cuanto es
justo, recompensa de justo recibirá”.
“Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos
un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que
no perderá su recompensa” (10: 40-42).
*«El Día Internacional de
la Madre Tierra nos brinda la oportunidad de reafirmar nuestra responsabilidad
colectiva de promover la armonía con la naturaleza en un momento en el que
nuestro planeta se encuentra amenazado por el cambio climático, la explotación
insostenible de los recursos naturales y otros problemas creados por el hombre.
Cuando creamos amenazas para nuestro planeta, no solo ponemos en peligro el
único hogar que tenemos sino incluso nuestra futura supervivencia. Celebremos
este Día Internacional renovando nuestra promesa de honrar y respetar a la
Madre Tierra.»
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